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Avance del mundo hacia el “Experto”


La definición de “experto” generalmente aceptada puede ser, el de “alguien que se ha especializado en un área específica del conocimiento o una habilidad, y que posee un nivel de competencia y comprensión significativamente superior al promedio en ese campo. Este nivel de experticia se alcanza mediante un proceso continuo de aprendizaje, práctica y perfeccionamiento, lo que le permite al experto ofrecer soluciones valiosas y precisas a problemas complejos dentro de su ámbito de especialización”. En lo particular, me gusta la definición de “experto” de Raimon Samsó, autor español de varios best seller: de emprendiendo, “un experto es una persona que se apasiona por un tema específico y lo estudia de forma permanente”.


La necesidad de ser experto en un tema específico, se gatilla dado que estamos ingresando en la “era de los nichos y la especialización profesional”, que nace desde la transformación del mundo laboral y de su preparación desde la educación técnica y universitaria.


En las últimas décadas, el mundo laboral ha experimentado una transformación profunda y significativa. La globalización, el avance tecnológico y la creciente complejidad de los mercados han redefinido las expectativas y las demandas de las organizaciones. En este contexto, ha surgido una nueva tendencia: la especialización en nichos para los profesionales. Hoy en día, el mercado ya no necesita trabajadores generalistas, sino expertos que dominen áreas específicas y puedan ofrecer soluciones precisas y de alto valor.


Si observamos la historia, podemos retroceder a los años 1960, cuando ser un profesional universitario no era tan común como lo es hoy en día. En esos años, una persona que estudiaba una carrera técnica o profesional ya marcaba una gran diferencia con el resto de la población. En la actualidad, acceder a un título universitario o una carrera técnica es bastante común y está al alcance de un gran porcentaje de la población. La gran cantidad de ofertas de estudio, la disminución de los costos de acceso a la educación remota y la globalización han hecho que obtener estudios o maestrías sea accesible de manera masiva.


A diferencia de lo que ocurría en los años '60, cuando decir “esa persona es abogado” ya implicaba un futuro esplendoroso, en la actualidad esa afirmación no tiene el mismo impacto. La competencia que enfrenta un abogado actual no se compara con la que tenía su colega de hace 60 años. Si el abogado de hoy no se especializa y se convierte en un experto en un tema específico, es probable que tenga bajos ingresos. No es raro escuchar comentarios como “gano más manejando Uber que como abogado”, si no se adquiere una especialización adecuada.


Es por esto la importancia de la especialización en nichos, que implica concentrarse en un área muy específica de conocimiento o en un sector particular del mercado. Este enfoque permite a los profesionales desarrollar una profunda comprensión y expertise en su campo, lo que les diferencia de los competidores y les permite ofrecer un valor añadido considerable, lo que también se ve reflejado en los ingresos que tendrá.


Por ejemplo, consideremos el caso de un abogado. En el pasado, ser un abogado generalista podía ser suficiente para mantener un futuro exitoso, con mucho trabajo y bien remunerado. Sin embargo, en el mundo laboral actual, un abogado generalista no se logra diferenciar de cientos de otros abogados. En la actualidad se valora más a un abogado con uno o más "apellidos", es decir, un profesional que se ha especializado en un área muy específica.


Siguiendo el ejemplo, un abogado especializado en relaciones sindicales (apellido 1) dentro de empresas multinacionales (apellido 2) del sector minero en Sudamérica (apellido 3) será mucho más valioso para una compañía minera que uno con conocimientos generales. Este nivel de especialización asegura que el profesional no solo comprenda las leyes aplicables, sino también las dinámicas particulares del sector, los desafíos específicos y las mejores prácticas para resolver los problemas que puedan surgir.


La labor de ese abogado es ser un experto siempre, estudiar de manera permanente todo lo relacionado con su nicho definido, leyes nuevas, conocer la industria, experiencia laboral, tendencias mundiales, entre tantas otras.


El valor de la expertise en un nicho radica en la capacidad del profesional para ofrecer soluciones que están específicamente diseñadas para las necesidades de sus clientes. Este conocimiento especializado no solo ahorra tiempo y recursos, sino que también aumenta la eficiencia y efectividad de las soluciones propuestas. Además, los profesionales nicho son vistos como líderes en su campo, lo que les permite construir una reputación sólida y una base de clientes leal.


En el mundo actual, las empresas buscan contratar a expertos que puedan proporcionar resultados inmediatos y de alta calidad. Ya no basta con ser competente, es necesario ser excepcional en un área particular. Este enfoque no solo beneficia a las empresas, sino también a los profesionales, quienes pueden lograr tarifas más altas y disfrutar de una mayor demanda de sus servicios.

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