Motivarse como deportista de alto rendimiento
Estamos viviendo tiempos de adaptación y cambios, donde empresas viven constantes inestabilidades por irrupción tecnológicas o crisis financieras/políticas. Además, vemos como se encuentran en una búsqueda de propósito, al igual que sus trabajadores, que se cuestionan a diario, el sentido a su trabajo más allá de tener un sueldo para vivir.
En este escenario, se hace crítico el desafío de lograr el compromiso y la motivación de los trabajadores con la empresa, su propósito y objetivos. Así, las empresas utilizan diversas estrategias para motivar, como los aumentos de salario, flexibilidad laboral, regalías, seguros, entre otros.
Estos beneficios ayudan a la motivación, pero pueden crear el efecto de atribuir inconscientemente el “deber” de la empresa de motivar al trabajador, y si no lo lograr, el trabajador se puede sentir con el “derecho” de desmotivarse y trabajar al “mínimo esfuerzo”. Así vemos tendencias como la “renuncia silenciosa”, donde el trabajador se desvincula emocionalmente de sus tareas.
El desafío, es que los propios trabajadores tomen la estrategia de empoderarse de su carrera y se hagan 100% responsable de su motivación para dar su mejor versión en el trabajo diario.
Introducir en los trabajadores, el pensamiento que vean su trabajo diario como si fueran deportistas de alto rendimiento, y visualicen su lugar de trabajo como una cancha de entrenamiento única, para que diariamente puedan desarrollar sus conocimientos, habilidades y sobre todo, la actitud para ser el mejor. Incorporar hábitos y técnicas que mejoren su rendimiento laboral, una alimentación y descanso diario adecuado para mantenerse con energía, contar con coach o mentores que los ayude a enfocar sus carreras y cumplimiento de objetivos.
Al igual que la parábola de los talentos, por medio del empoderamiento en su desarrollo de carrera, cada trabajador aproveche cada día para poner sus dones y talentos al servicio de los demás, y no desperdiciarlos dejándolos bajo tierra.
Para lograr este cambio, debemos dejar el victimismo de trabajador explotado y el sentimiento de paternalismos por parte de la empresas, y cambiar la perspectiva del trabajador a un pensamiento emprendedor, a visualizarse mentalmente y empoderarse como dueño del área donde se trabaja, de empoderamiento de los resultados que se logren, sin buscar responsables fuera, y embarcarse en un aprendizaje continuo, en conocimientos y habilidades que requiere el mundo actual: Ventas; Desarrollo Personal, Emprendimiento; Finanzas Personales; y su pasión o tema en la cual es experto.
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